El regatista del CN Puerto Sherry Alejandro Alcázar a bordo del barco Shikitito ha iniciado el camino hacia la Mini Transat 2021 con su participación en la XXXI Regata Mare Nostrum para la clase Mini 6.5 a dos, organizada por el CN de Garraf entre los días 26 y 31 de agosto.
El Shikitito, un Vector 6.5 de última generación. llegó a la base mini de Barcelona el pasado mes de julio, donde realizaron todas las labores de montaje y equipamiento antes de trasladarlo a Garraf para la Mare Nostrum.
Alcázar ha contado en esta regata como co-skipper con Etienne Bertrand, diseñador del Vector 6.5, que «ha sido de grandísima ayuda, pues es un navegante reputado y conocedor como nadie de este barco, salido de su ingenio».
«Esta regata nos la tomamos como un test, nos ha servido para ver qué tenemos que cambiar, qué mejorar, qué me gusta del barco y qué no. Somos muy conscientes de que hay que seguir trabajando, y sumar millas», ha explicado Alcázar, quien ha concluido que «al barco le queda muchísimo para mejorar y evolucionarlo, sabemos que teníamos que haber salido a entrenar, haber calibrado la electrónica, ajustado todas las cosas y probado que todo lo montado funcionaba, pero el terminar esta regata en 10ª posición y haber sumado las 230 millas en la primera regata no está mal del todo».
Según ha relatado, el primer día de regata se encontraron con dificultades con el idioma y «algunos contratiempos, típicos de la primera navegación tras la puesta en el agua como, cosas que no estaban bien apretadas, cabos nuevos que estiraban, grilletes que no estaban suficientemente apretados, problemas con el botalón».
«A pesar de que enseguida empezamos a hacer caminar bien al barco, consiguiendo buenas velocidades, y que el barco funcionaba bastante bien, perdimos varias horas solucionando estos problemas», ha añadido el regatista del CN Puerto Sherry, quien ha lamentado que esto les impidió centrarse en la táctica.
«El ultimo día disfrutamos de un codo a codo bastante bonito con Felip Mol y Marc Miro, que con su barco el Allevà, un Pogo 2, se desenvolvía en unas
condiciones muy buenas para ese barco y que, por el contrario, no favorecían a nuestro Vector. Sin embargo, al final conseguimos distanciarnos de él, con vientos de 8-12 nudos de popa, viendo que el barco trabajándolo bien en condiciones especialmente no favorables para nosotros, podíamos hacerlo correr como los que más, siendo un barco que cuando tenemos nuestras condiciones, somos extremadamente rápidos y cuando no las tenemos, simplemente hay que trabajarlo muchísimo. Esto nos ha dejado muy buen sabor de boca».
