La regata que enfrenta a joyas del Mar se celebra entre los días 26 y 30 de junio en aguas de la bahía de Cádiz
El Puerto de Santa María, 21 de junio.- Con la llegada del verano regresa a la bahía de Cádiz una de sus citas más emblemáticas, capaz de reunir a algunas de los barcos más bellos y valiosos del Mar. Se trata de la Semana Clásica de Puerto Sherry que cumple su séptimo aniversario entre los próximos 26 y 30 de junio. De carácter bienal, la Semana Clásica es un evento que nació de la pasión por el Mar del fallecido Pedro Bores y que organiza como heredera de ese legado su viuda y presidenta de Puerto Sherry, Valle de la Riva, quien no oculta su alegría a las puertas de una nueva edición, “Después de trece años de celebración bienal, hemos conseguido que la regata se consolide en el prestigioso circuito Mare Nostrum de Vela Clásica, asegurando su continuidad por muchos años más”.
Pero no es fácil la organización de una regata cuyo nivel de exigencia es notable, dado que involucra a barcos clásicos que son auténticas joyas del mar, algunos de ellos centenarios. «Todas las regatas tienen su complejidad, pero las regatas de barcos clásicos mucho más. Estos barcos, por su antigüedad y diseño, presentan una mayor dificultad de maniobrabilidad. Además, al formar parte del circuito Mare Nostrum, donde están clubes tan prestigiosos como el Real Club Náutico de Barcelona o el Club Marítimo de Mahón, el listón está muy alto. Tanto el personal de Puerto Sherry (la marina y los hoteles), como el del Club Náutico Puerto Sherry se vuelcan con este acontecimiento. Hay un magnífico equipo que lleva muchos meses preparando todo para que todo el mundo disfrute de esta regata«, señala De la Riva.
La presidenta de Puerto Sherry afronta la cita en su doble condición de organizadora y participante, como armadora del Giraldilla, un barco del año 1963 que fuera de Don Juan de Borbón, que refleja la elegancia y la destreza técnica típicas de los yates de su época. «Es mucho más satisfactorio el papel de participante, pero también es gratificante recibir a los participantes como organizadora. Navegar en estos barcos es algo mágico. El barco clásico, por su peso y diseño, suele ser más lento que el crucero normal de similar tamaño, pero la gran diferencia radica en lo armoniosos que son, en cómo se comportan navegando y, a diferencia de los cruceros, el esmero por la belleza a bordo. Como organizadora, recibir a todos los barcos participantes, sus armadores y tripulantes, es también muy gratificante para mí”, señala.
Y es que una característica distintiva de la Semana Clásica de Puerto Sherry es el cuidado en la parte social del evento, una tradición en las regatas de barcos clásicos que ha evolucionado con el tiempo. «Antiguamente todas las atenciones eran para los armadores, pero nosotros desde el principio, tuvimos claro que los eventos en tierra tenían que ser tanto para armadores como para las tripulaciones, todos formamos una gran familia. Hoy en día, en todas las regatas de clásicos, la parte social es para todos los participantes, lo cual es un acierto. Queremos que cuando vuelvan a sus casas se lleven el sentimiento de haber disfrutado de una gran experiencia«, afirma.
Este año, la presencia del 15M Internacional The Lady Anne y la recuperación del Livia, barco que se hundió en Valencia durante la DANA Filomena, y que ha sido recuperado y restaurado en la atarazana que tiene en Puerto Sherry la Fundación de Vela Clásica de España, añaden una emoción especial al evento. «Estamos deseando ver a Livia navegar de nuevo, junto otros como el Centinela, Disparate, Gipsy, Guadalmina o el Seventy Senda Azul «, comenta con ilusión.
No obstante, Valle admite que no todas sus expectativas se han cumplido para esta edición. «Echaremos de menos a algunos barcos que amarran en el Mediterráneo y que en muchos casos no han venido por miedo al ataque de las orcas en el Estrecho. Esta regata supone el inicio de la temporada de regatas en el Mediterráneo y no quieren exponerse a tener un encuentro con ellas, que les impida hacer la temporada completa», lamenta.
A pesar de esto, se muestra muy satisfecha por la participación de más de una veintena de barcos, y entre ellos, embarcaciones tan singulares como el Germania, es uno de los yates más emblemáticos de la historia náutica. Construido en 1908 en Alemania, destacó por su velocidad y elegancia, y ganó numerosas regatas en sus primeros años. Durante la Primera Guerra Mundial, fue capturado y vendido a varios propietarios, pero su legado en el mundo de la vela clásica permanece intacto.
Para terminar, Valle de la Riva invita a todos los ciudadanos de El Puerto de Santa María a visitar Puerto Sherry durante los días de la regata. «Puerto Sherry tiene siempre los brazos abiertos a todos los portuenses, y estos días, a la oferta de ocio de la marina, se une el espectáculo de ver estas joyas amarradas en nuestros pantalanes y las tripulaciones trabajando en su puesta a punto. Vamos a poner los barcos de manera que las personas paseando los puedan ver atracados, sobre todo los niños, los cuales al contemplarlos, con su imaginación, pueden transportarse a miles de aventuras«, concluye.